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lunes, 7 de agosto de 2017


TONY PÉREZ/7 DIAS
Con mis ojos
Mirada a una situación social por la construcción de ciudadanía, el desarrollo institucional y el bienestar general. Respeto extremo al derecho a la intimidad y el buen nombre de las personas. Huye a las rutinas opinativas, a los ruidos mediáticos. Rehúye al sensacionalismo. Consciente de que la asepsia ideológica no existe, promueve el disenso, la crítica constructiva, sin descalificaciones.
Un moderno tanque de guerra conducido por dos militares blancos y fuertes por una calle céntrica de la ciudad; un poderoso helicóptero sobrevolando; fusiles de alto calibre, manipulados también por hombres fortachones a leguas no criollos, pero con la estampa de la bandera dominicana en la manga derecha de sus chamacos, a la altura de hombro.
El matutino estándar Hoy ha destacado en la portada de la versión impresa de este viernes 4 de agosto un colorido fotomontaje o collage cuyos elementos iconográficos, según el discurso escritural, refieren a un estado de guerra, no en la destruida Siria, sino en el municipio San Francisco de Macorís, provincia Duarte, 134.1 kilómetros al nordeste de la capital dominicana.
Tan impactante ha sido la publicación, que hasta una parte de los macorisanos la ha creído aun viviendo en el pueblo, y decenas de medios televisuales y radiofónicos la han reproducido acríticamente, sin un ápice de sospecha, adobándole más amarillismo del que contiene. En la víspera, las mismas fotografías habían circulado profusamente en las redes sociales.
Solo que los iconos, llevados a planos y angulaciones que obligan al perceptor a solo pensar en guerra, no se corresponden con el contexto señalado. Y eso se ha sabido tarde. El daño ya está hecho. La mentira ha sido consumida como verdad por miles de lectores (Posverdad, manipulación). Ha sufrido la imagen de las autoridades, de la marca provincia, del país y del propio rotativo. En fin, todo el que, directa o indirectamente, tuvo contacto con el montaje.

El contexto sobre el que colaron tal producto prefabricado en cuarto frío, era el ideal. Un paro de actividades en los municipios San Francisco de Macorís y Las Guáranas (1 y 2 de agosto), a solicitud del Frente Amplio de Lucha Popular, apéndice del izquierdista Movimiento Popular Dominicano. Un muerto de un tiro a la cara, en el primer día de la protesta, cuando nadie lo esperaba; el joven era miembro de tal partido, estudiante y empleado del recinto de la Universidad Autónoma de Santo Domingo. Decenas de neumáticos prendidos, escombros en todas partes, tiros a granel, la cotidianidad paralizada. La gente, como siempre, esperaba lo peor. Tensión. Zozobra. Perceptores vulnerables.
PÁGINA MIMADA
Los errores son casi inevitables en los periódicos. Los de afuera ni se imaginan a 200 o 300 personas de todos los niveles en un hormigueo incesante por sacar al mercado, cada 24 horas, un producto competitivo.
Pero si hay algo que los ejecutivos de estos medios cuidan es la primera página. Es la que más se ve, o primero se ve. Es la puerta de entrada a la “casa”, y se tiene claro que vale mucho la primera impresión. Cuidan la estética, la ortografía y que la información difundida se corresponda con la verdad.
Por eso, cuando se cuelan errores aun simples, los nervios se revolotean; las tensiones suben mucho más que los cotidianos de la redacción a la hora de cierre. Las advertencias y hasta las sanciones suelen llegar. Con el fotomontaje en cuestión, debe ser grande el hervidero en el periódico Hoy, en el nivel ejecutivo y en la base (periodistas, diagramadores, fotorreporteros).
He conocido al director de ese diario como un periodista egresado de la UASD, muy acucioso, apegado a los principios éticos que rigen la carrera, entre ellos verificación o contrastación de la información a publicar, y más si es muy delicada.
Bienvenido Álvarez Vega estaba fuera del periódico o fue sorprendido en su buena fe. Casi seguro. Su historial en la carrera le impediría bajar al nivel de las aberraciones periodísticas tan de moda en estos tiempos (presentar mentiras como verdades, e informaciones como si fuesen un espectáculo).
Pero, como dice el pueblo: “Después del palo dado, ni Dios lo quita”. Lo único que se puede hacer ahora es pedir excusa, y ya la dirección lo acaba de hacer a través de su editorial del sábado 5 de agosto. Ha informado que recibió las fotografías de una fuente que considera solvente. Ha dicho que  asume la responsabilidad de su error. http://almomento.net/periodico-presenta-excusas-tras-admitir-publico-fotos-falsas-sobre-sfm/339385.

Si algo bueno tiene este desagradable momento para el periodismo dominicano es el encendido de las alertas internas del periódico Hoy para dejar sobre la mesa cualquier información que no haya sido contrastada cuantas veces sea necesario en pos de servir la verdad a los públicos y garantizar así su prenda vital: la credibilidad. Y buena la lección para los lectores comunes y opinantes mediáticos que reproducen todo sin una pizca de sospecha sobre los niveles de veracidad de la información.